Estuve largo tiempo sentado en una silla roida por los años de abandono, escudado tras una ventana con los cristales casi opacos por la suciedad, en una habitación vacia y humeda,viendo afuera el sol iluminando todo cuanto alcanzaba mi vista, grandes arboles movidos por un viento que soplaba con furia y sin dirección, queriendo abrir esa ventana y haciendola crujir, esa ventana que a la vez me protegia y me aislaba...¿de qué?..Temia el mundo de afuera pues no conocia nada mas allá de aquellas paredes.Allí me sentia seguro y nunca sentí que necesitase salir...ni tan siquiera me sentia encerrado pues aquellos eran mis dominios...el reino en el que todo seguia las directrices que yo desease. De pronto un dia algo despertaba en mi y empezé a sentír deseos de salir afuera y dejarme llevar por ese viento...abrir mis brazos y volar sobre las copas de los arboles, ver el mundo desde los ojos del pajaro que nada desea...nada espera...nada necesita... solo disfrutar llevado por las corrientes de calido aire en las alturas, observando sobre la tierra el movimiento incesante de las gentes. Adentro de esa habitación no estuve solo...en ella casi sin dejarme espacio habia unos seres que me hicieron creer en su dedicación completa hacia mi. Me traian todo cuanto necesitaba, todo cuanto les pedia me era entregado...tan solo debia serles fiel y seguir su consejo...al fin y al cabo eran amigos mios y solo querian lo mejor para mi. Pero esa ventana...aquella ventana parecia pedirme que la abriese y dejase entrar el sol, cada vez su voz llegaba mas nitida y ya no podia esconderme para no escucharla. Muchas fueron las veces en que los pajaros vinieron a verme, posandose sobre la repisa miraban al interior de la habitación y con sus alegres cantos me invitaban a salir, querian que viese el mundo de afuera en su totalidad y no solo el pequeño trozo de él que se divisaba desde la sucia ventana. Aquellos seres a veces se enfurecian conmigo por estar escuchando los pajaros de libertad...tienes todo me decian...no nos abandones y nada estará fuera de tu alcance...
Llegó un dia un colibrí con el mas bello plumaje que nunca ví y se detuvo en aquella repisa, picoteando con gracia el cristal para llamar mi atención hizo que casi sin pensarlo abríese la ventana, pues sentí deseos irefrenables de estar con aquella maravillosa criatura, casi sentia que necesitaba de ella, su dulce voz me cautivaba y me transmitia algo desconocido para mi...simplicidad.
Y una vez me di cuenta de que habia abierto la ventana todo desapareció...la oscura y humeda habitación se habia esfumado sin darme tiempo a nada mas que un abrir y cerrar los ojos...hallandome entonces en un inmenso prado cubierto por miles de flores que impregnaban del mas puro aroma todo el aire que respiraba, sobre mi un cielo azul que me llenaba de paz el corazón hasta casi sentirme desbordado y volando muy cerca de mi aquel colibrí...esa criatura que habia hecho desaparecer el frio y lugubre mundo ante mis ojos para que pudiese ver el universo de colores y aromas en el que me encontraba.
Volver a sentir...volver a volar...volver a vivir...todo tan conocido como olvidado por mi, pasos temblorosos sobre terrenos inexplorados, fascinación e incertidumbre, sentimientos de caida al vacio posandome sobre la tierra cual ligera pluma, subidas complicadas con descensos vertiginosos, noche y dia...luces y sombras.
Paso a paso fuí creciendo y entregandome...fuí comprendiendo y aceptandome.
Ahora...trancurrido un tiempo...siguen viniendo a verme los seres que un dia convivieron conmigo en aquella habitación, con disfraces de lo mas variados me acechan y me gritan que vuelva con ellos y al principio luché con fuerza contra ellos...queria que me dejaran en paz pero esa misma fuerza que ponia en alejarles les hacia mas fuertes hasta casi volverme loco. Entonces un dia me di cuenta de como funcionaba la cosa...esos seres eran las partes de mi que me retenian en aquella habitación, que me encadenaban a vivir como un ser unico e individual haciendo a la vez que percibiese los resultados de mi comportamiento como ataques desde el exterior hacia mi. Aquella habitación y todo lo que representaba...todo un escenario donde nada fué lo que era...nada era simplemente debido a la falta de verdad...la ausencia de amor...la negación a la simplicidad.
No fué hasta que comprendí lo que ví que llegue a una forma de hacer sin hacer... que inmediatamente decidí dejar de prestarles atención...y eso los fué debilitando.
Ya casi no les oigo...su poder es infimo comparado con el poder de lo verdadero...cuando vienen, ellos solos chocan con el sedoso velo de amor que me envuelve...y los veo caer. Intentan todo para volver a ser fuertes y ellos solos se estrellan.Sé que llega su fin porque veo el principio del sendero...
Mas allá del valle de flores hay miles de habitaciones cerradas y humedas...tambien otros tantos colibrís que con su pico golpean los cristales de las sucias ventanas...el valle cada vez está mas lleno de gente que un dia decidieron escuchar el colibri que revolotea en torno a su corazón y abrieron las ventanas para percibir lo que realmente aguarda en el mundo...la paz...la serenidad...el amor en su esencia mas pura...que llegan a ellos porque de sus corazones emana e inpregnando todo les envuelve a ellos tambien...
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